Resiliencia.

Hay que creer. 

A veces aciertas, a veces no. 

Pero hay que creer siempre. 

La fe y la esperanza es lo más importante, 
es lo que da sentido a la vida, 
y cuando las cosas en las que crees se cumplen, 
entiendes lo que es la plenitud. 
Y si no se cumplen, 
Sigue teniendo fe 
Porque esa fe apareció en tu corazón por algo, 
Porque te está llevando a alguna parte 
Aunque sea a un sitio que no era el que esperabas en un primer momento. 

Y por el camino aprendes lo que es la perseverancia, que también es una gran lección. Creer siempre es lo más importante, y las cosas o personas que nos dan motivos para creer en la vida al final son los que merecen la pena, aunque las cosas al final no salgan como queremos o las personas no resulten ser lo que esperábamos o las relaciones no acaben cómo nos imaginábamos, quien sabe si somos capaces de ver lo que tenemos delante de verdad o quizá seamos capaces de observar algo mejor, de vivir algo mejor de lo que había en nuestra mente y si todo sale bien o mejor de lo que nos imaginábamos, pues genial, vivamos la felicidad de la mejor manera y más profunda posible y sino, al menos esas personas y esas experiencias pusieron esa fe y esa esperanza en nuestros corazones que nos hacen seguir adelante y es el impulso en nuestra vida para llegar a un lugar mejor. 

Por eso La vida es preciosa. 
Que viva la vida.


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