Deja que el deseo por una vez se cumpla*.


Algo más lejos, entre la arena movida por esos besos inocentes, hay un pequeño corazón. Lo ha dibujado ella a escondidas, con el mismo índice que a él le ha gustado tanto. Una ola pérfida y solitaria cancela su contorno. Pero, usando un poco la imaginación, todavía se pueden leer la S y la B. Un perro ladra a lo lejos a la Luna. La moto sigue con su carrera enamorada y se desvanece en la noche. Una ola más decidida que las demás acaba de borrar ese corazón. Nadie podrá, sin embargo, cancelar aquel momento de sus corazones.



"¿De qué tengo miedo? De ti, en fin, de mi sin ti."

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